Las semillas de chía

La palabra Chía proviene de la palabra de origen Maya que significa “fuerza”. Se cree que los aztecas y los mayas fueron los primeros en utilizar las semillas de chía en el año 3500 antes de Cristo. Fue un elemento básico de la dieta estos pueblos antiguo, este súper alimento muy venerado en esas épocas era considerado mágico y divino debido a su capacidad para aumentar la resistencia y la energía durante largos períodos de tiempo.

Las semillas de Chía fueron cultivadas en el centro de México hasta el 1700. Pero después de la conquista española, el cultivo y el uso de semillas de chía fueron prohibidos ya que fue utilizado por nativos en ceremonias religiosas.

Beneficios de las semillas de chía.

Incorporar las semillas de chía a su dieta tiene muchos beneficios; de hecho, hay un mito que habla de que los guerreros aztecas podían mantenerse satisfechos comiendo solo una cucharada de chía por día. Esto es posible ya que esta pequeña súper semilla tiene fama de ser un alimento completo. Una pequeña semilla que le brindará todo lo que necesita a lo largo del día! Así que la adición de chía a su dieta es como añadir todo a su dieta, pero bueno siga leyendo para que se dé cuenta de por qué son tan amadas éstas pequeñas súper semillas.

Vitaminas y minerales.

Las semillas de chía tienen cantidades excepcionales de grasas buenas, incluyendo los omegas esenciales. El Omega 6 se encuentra en muchos alimentos, mientras que los omega 3 es mucho más difícil de conseguir; estas grasas se denominan esenciales porque el cuerpo no los produce. Sin embargo, son esenciales para el correcto funcionamiento de la mayoría de nuestros órganos vitales y por lo tanto necesitan ser tomadas a través de nuestra dieta.

Esta pequeño súper semilla también contiene altos niveles de proteínas y 19 aminoácidos por lo que es una fuente casi completa de proteína. La Chía también tiene altos niveles de calcio y magnesio, y son una buena fuente de fibra natural. Todos estos beneficios son los que forman a esta pequeña semilla diminuta y brillante.

Alimento para el cerebro.

Las semillas de chía son buenas para el cerebro contienen un ácido graso eséncial que se llama ácido docosahexaenoico (DHA), este aceite es un componente estructural esencial de las células cerebrales. También son conocidos por hacer a las membranas celulares más flexible y a nuestro sistema nervioso más eficiente.

Hay mucho más que se puede decir sobre este punto, pero básicamente; si su cerebro está feliz y funcionando perfectamente, imagínate lo bien que será para funcionar en la vida.

Lo mejor para el vientre.

Cuando las semillas de chía se mojan, se forma una gruesa y soluble capa de gel alrededor de la semilla. Este gel es rico en fibra y suavemente se mueve a través de nuestro sistema digestivo, lo que hará una limpieza profunda alrededor de él.

Este gel de chía también se cree que inhibe la descomposición de los hidratos de carbono. Es decir hará que la descomposición de los carbohidratos que ingiéranos se retarden y así no estaremos saturados de azúcares en el torrente sanguíneo, en otras palabras la chía hace que tengamos una mejor digestión.

Huesos sanos.

Todos sabemos que el calcio es esencial para la salud ósea y la chía contiene 63% de nuestra ingesta diaria recomendada en una porción de 100 g, es decir cinco veces más calcio que la leche. Pero ahora, aún más fascinante es el hecho de que este precioso alimento contiene un mineral conocido como el boro, que promueve la transferencia de calcio de la sangre a los huesos.

La semilla de chía también contiene altos niveles de magnesio, éste es tan importante para la salud ósea al igual que el calcio. Ésta súper semilla también ayuda a regular los niveles de calcio, así como contribuir a la fortaleza de huesos. Esta combinación de minerales increíble hace a la chía un alimento esquelético muy eficaz.

El alimento de los alteltas.

La semilla de chía se ha conocido como la alimentación de los atletas, esto se debe a que la chía es una fuente casi completa de proteínas, una buena fuente de fibra y tiene un muy buen balance de ácidos grasos esenciales. Esta combinación es excelente para mejorar la resistencia y la agudización de los niveles del ejercicio. Los ácidos grasos esenciales también ayudan a lubricar las articulaciones y obtener una flexibilidad óptima.